Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero, 2019

Tierra-roca se une con cielo-espejo. El agua las va a cubrir en invierno y el sol las hará resplandecer en verano. Las formas elegidas recuerdan a embriones, huevos, nidos: el re-nacer.

En las rocas planas de granito se forman unas piletas por efecto de la erosión. Tiempo y espacio invitan a incluir al cielo a esta composición natural de «nidos» a través de espejos de acero pulido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *